El voto de confianza

Anoche la presidenta del CNE, junto con las demás rectores, anunciaron al país (el que sufre de insomnio, porque salieron en cadena nacional pasadas las 11 de la noche) que permitían el escrutinio del 46% restantes de las cajas con los votos del pasado domingo. Una ola de felicidad rodeó a las personas que se encontraban conmigo cuando presenciamos por las pantallas de televisión tal anuncio; pero yo me embargué con un gran sentimiento pesimista lleno de preguntas; además, tenía que esperar a la locución de los abanderados del Comando Simón Bolívar.

Últimas Noticias: CNE dio luz verde a la petición el Comando Simón Bolívar
Últimas Noticias: CNE dio luz verde a la petición el Comando Simón Bolívar

1.- La auditoría del 46% restantes de las cajas no fue lo que el Comando Simón Bolívar pidió al ente rector; el comando de Henrique Capriles exigió que se abrieran todas las cajas, es decir que se hiciera un reconteo de todos los votos y se cotejaran con las actas, los cuadernos y las transmisiones electrónicas. Es decir, voto pot voto, acta por acta, cuaderno por cuaderno.

Estás fueron las peticiones:

A tal fin, reiteramos nuevamente, de manera formal, nuestra solicitud de que se proceda a la auditoría y reconteo de los votos o instrumentos depositados en las urnas, con los datos reflejados en los cuadernos y en las actas de escrutinio, y a tal efecto enfatizamos en la necesidad de la preservación del material electoral que permita la realización de esa auditoría. En ese sentido y a los fines de dejar claro nuestro petitorio, requerimos:

  1. Abrir todas las cajas de comprobantes de voto.
  2. Contar todas las papeletas de votación.
  3. Comparar el resultado del conteo con el acta de escrutinio del CNE.
  4. Contar todos los votos emitidos según el cuaderno de votación.
  5. Comparar la cantidad de papeletas con la del número de electores que sufragaron de acuerdo con los cuadernos de votación.
  6. Verificar la autenticidad de todas las firmas y todas las huellas estampadas en los cuadernos de votación.
  7. Verificar las incidencias registradas por mesa provenientes del SAI, en los siguientes aspectos:
  • Cantidad de electores sin miembros superiores que votaron
  • Cantidad de electores sin huellas dactilares almacenadas en la máquina que votaron
  • Cantidad de electores que votaron, aún cuando no hubo coincidencia de sus huellas (No-Match)
  1. Revisión de las actas de incidencia de cada mesa
  2.  Realizar cualquier otra verificación que asegure el principio “un elector, un voto”
Carta entregada al CNE por el Comando SB
Carta entregada al CNE por el Comando SB

2.- Pero el CNE no podía dar totalmente su brazo a torcer, Tibisay Lucena dijo, además, que el reconteo de los votos no fue lo que se había pedido, y que además no se podía hacer a menos que se impugnaran los resultados, pero esto solo después de la proclamación. Ahora me pregunto yo, la proclamación fue el lunes, y la juramentación es hoy, ¿cuánto plazo se puede esperar para impugnar unos resultados electorales si anunciaron que este proceso de auditoría durará un mes? ¿Se puede impugnar un resultado cuando la AN se precipita a juramentar un presidente?

3.- Después de un largo perído en el cual nuestras peticiones han llegado a oídos sordos, el CNE nos da un respiro dándonos algo de chance. Henrique Capriles aseguró que en esa auditoría se puede reflejar la verdad, dijo que son suficientes las 12 mil cajas para demostrar que este proceso estuvo plagado de muchísimas irrgularidades.

4.- Creo que, por otro lado, todos estamos confundidos sobre cuál es el verdadero objetivo de esta auditoría: ¿Demostrar que Capriles es ganador o demostrar que hubo un fraude electoral? Creo que el Comando Simón Bolívar, muy responsablemente busca evidenciar que estos comicios estuvieron minados de situaciones violentas, votos asistidos, violaciones a las LOPRE, entre otras cosas, para que las elecciones sean nulas y así llamar nuevamente a otros comicios; pero eso sí, esta vez con todas las de la ley, observadores internacionales y sin abusos electorales.

La LOPRE nos dice en su artículo 217 que solamente serán nulos los votos de una mesa si ha existido algún tipo coacción a los electores:

Artículo 217. Serán nulas todas las votaciones de una Mesa Electoral en lossiguientes casos:

  1. Por estar constituida ilegalmente la Mesa Electoral. La constitución ilegal de una Mesa Electoral puede ser inicial, cuando no se haya constituido en acatamiento a los requisitos exigidos por esta Ley, o sobrevenida, cuando en el transcurso del proceso de votación se hayan dejado de cumplir dichas exigencias.
  2. Por haberse realizado la votación en día distinto al señalado por el Consejo Nacional Electoral o en local diferente al determinado por la respectiva autoridad electoral.
  3. Por violencia ejercida sobre cualquier miembro de la Mesa Electoral durante el curso de la votación o la realización del escrutinio, a consecuencia de lo cual puede haberse alterado el resultado de la votación.
  4. Por haber realizado alguna o algún miembro, Secretario o Secretaria de una Mesa Electoral, actos que le hubiesen impedido a los electores o las electoras el ejercicio del sufragio con las garantías establecidas en esta Ley.
  5. Por ejecución de actos de coacción contra los electores y las electoras de tal manera que los o las hubiesen obligado a abstenerse de votar o sufragar en contra de su voluntad.

Si se logra demostrar que en ese 46% hubo los suficientes abusos e irregularidades para repetir la elección en las mesas correspondientes, ¿cómo entonces garantizamos la legitimidad del 54% ya escrutado? Volvemos al principio, ¿podemos pedir entonces que se vuelva a revisar ese 54% en busca de irregularidades? Estamos hablando de que se auditará un poco menos de la mitad del total de los votos, si esta casimitad se presenta con muchos llamados de atención entonces, creo yo, que es suficiente la muestra representativa para asumir que la otra mitad también presenta irregularidades, y por lo tanto es sensato pedir una nueva revisión.

5.- Sin embargo, la posibilidad que esas 14 mil cajas puedan dar como ganador a Capriles no es del todo imposible. Yo no entiendo muy bien cómo, siendo unos resultados tan cerrados de menos de 300 mil votos de diferencia, la victoria de Maduro puede ser irreversible si con solo el 54% de escrutinio. Queda aún un poco menos de la mitad del total de votos que puede arrojar resultados interesantes.

6.- ¿Por qué ahora el CNE cede un poco después de que la presidenta del TSJ, Luisa Estela Morales, vociferara que el conteo manual no existe (cosa que es falsa), de que el mismo Maduro se negara al reconteo? Bastó con que Jorge Rodríguez dijera que si el CNE lo ordenaba ellos aceptarían. Sin duda la presión internacional hizo algún efecto, en especial la reunión de emergencia de la UNASUR para estudiar el caso venezolano.

7.- ¿Bajo qué condiciones entonces se auditarán estas 12 mil cajas? Si Luisa Estela dijo que el conteo manual no se podía hacer (claro que se puede hacer, pero que no quieran es otra cosa), y Capriles dijo en su rueda de prensa que aunque aceptaba lo del 46% velará que la auditoría se realice voto por voto, acta por acta, cuaderno por cuaderno; aunque según tengo entendido que Tibisay Lucena explicará la semana que viene con lujo de detalle este proceso, me parece que como que no quieren mucho la auditoría de las cajas.


8.- ¿Cómo vamos a garantizar que este proceso se haga de la mejor manera posible? Gerardo Blyde, alcalde de Baruta, lo dijo anoche en Globovisión: Tenemos que darle el voto de confianza a Capriles, es el único líder que existe en el país después de la muerte de Chávez. Es cierto, durante 14 años la oposición venezolana no ha tenido una figura clara de representación, esta vez la tenemos en el gobernador de Miranda. Pero no es un líder tipo héroe, un caudillo, no: es un político de carrera que ha demostrado que sabe hacer las cosas bien, que tiene la intención de seguir haciéndolas bien, en paz y bajo la vía democrática, y que está respaldado por un grupo de profesionales con mucha carrera política como la Mesa de la Unidad Democrática y los partidos tradicionales.

Entonces, yo sí le sigo entregando mi voto de confianza. Predecir en esta país se ha vuelto algo casi imposible, solo resta esperar al desarrollo de las cosas.

El Universal: Capriles acepta ampliación de la auditoría ciudadana decidida por el CNE
El Universal: Capriles acepta ampliación de la auditoría ciudadana decidida por el CNE

Crónica de unos comicios anunciados… pero de resultados contraproducentes

7-O: Desde adentro del Comando Venezuela. Derrota en las elecciones presidenciales no representa la pérdida del país

Andrea Rebolledo

El peso de una semana  ardua de trabajo no permitió que las dianas itinerantes por la autopista Francisco Fajardo interrumpieran mi sueño. Por primera vez durante comicios venezolanos,  el cansancio mental no dejó espacio para la ansiedad y el nerviosismo. A las cinco de la mañana en punto resonó la alarma, justo como la había ajustado. A la vezun camión que chillaba “Chávez, corazón del pueblo” se paseó por la avenida Teherán, violando la norma electoral.

A través de calles grises y un cielo azul frío, caminé de la mano de mi madre hasta nuestro centro de votación. Eran las seis de la mañana cuando me encontré con el resto de mi familia, quienes hacían cola desde las tres de la madrugada. Nuestro puesto se alejaba a pocos metros del portón verde del Colegio La Aplicación en Montalbán. Pocos minutos después, la cola comenzó a avanzar lento pero consistente. Me adelanté para saludar a unos vecinos de la comunidad cuando escuché a una señora que gritó jadeando: “¡Mesa cuatro, mesa cuatro! ¡La mesa cuatro está vacía!”. Reaccioné con un pequeño brinco y apuré el paso mientras repetía “Mesa cuatro… mesa cuatro” a los militares del Plan República, quienes ostentaban un tono de piel un tanto oliva, similar al color de sus uniformes.

Mi familia y yo después de votar

Ejercí mi derecho y deber al voto en menos de 15 minutos, no me sorprendió la rapidez, la eficiencia de los miembros de mesa,ni la calma y paciencia de las personas, porque todo estaba sucediendo tal como nos prometieron Leopoldo López, Enrique Márquez y Vicente Bello en los medios de comunicación.

Salí del centro de votación y pude ver a un pequeño grupo de cinco personas con sendas listas de “uno por diez”, llamaban con claradesesperación e insistencia por sus celulares, los cuales dudé que fueran vergatarios.

Fuera de mi centro electoral, personas con listas 1×10

Paso restringido

A las diez de la mañana llegué al Centro Cultural Chacao, en el cual se había instalado la gran sala de prensa para los periodistas criollos e internacionales. Un fuerte cordón de seguridad me impidió el paso a pesar de todas mis prudentes credenciales. Hice unas cuantas llamadas para resolver el inconveniente, miré por unos minutos la enorme pantalla desplegada en las puertas del Centro, el alto toldo que cubría la calle, las ambulancias a un lado de la acera y en cuanto volteé la mirada, la figura grande y redonda del director de protocolo, Carlos Delgado, me abría paso por las rejas mientras hablaba por un pequeño radio negro en el cual resonaba claramente  ruido de interferencia.

Mi credencial

Dentro del teatro, como en el día anterior, figuraban unas pocas cámaras de televisión y contados periodistas foráneos con sus laptops y tabletas en los cuales escribían sin descanso mientras cubrían el acontecer histórico, que a pocas horas llegaría al gran punto decisivo. Poco tiempo después, se retrasaba una rueda de prensa sobre las tablas del teatro: Leopoldo López se paseaba de un lado a otro esperando a que Johan Merchán, su encargado de prensa, le avisara cuando reaccionara una de las señales de microondas.

Set para ruedas de prensa en el Teatro de Chacao

S-2, al fondo y a la izquierda

Bajé los dos sótanos de oficinas y cubículos naranjas enmarcados por grandes paredes de cemento, el olor fresco del rígido material delató la novedad de las instalaciones. Nuestra “Sala de vocería” era recorrida por una larga mesa invadida por una maraña de cables y pantallas de computadoras, diez sillas rodeaban la isla negra con una larga cola blanca que cubría otro mar de instalaciones eléctricas que recorrían el piso debajo de la mesa. Frente al mesón, veíamos dos pantallas grandes y planas que sintonizaban Venezolana de Televisión y Globovisión respectivamente.

A las 11 de la mañana se nos ordenó tener al diputado Miguel Pizarro en el teatro, él sería el abanderado para dar una primera rueda de prensa haciendo un llamado al voto. Nos encargamos de la difícil negociación con los miembros del equipo de seguridad para que dejaran pasar a diez jóvenes sin credenciales que acompañarían al diputado en tarima durante su alocución. Una escuálida compañía se dibujó en las pantallas de la televisión nacional que transmitieron la rueda de prensa en vivo y directo. Juan Requensens, Brian Fincheltub, Roberto Patiño, Diego Scharifker y Ángel Medina relucían entre otros pocos rostros desconocidos. A pesar de todo la primera misión se había cumplido.

La sala de vocería

El centro de Latinoamérica por un día

Los alrededores del teatro comenzaron a colmarse, cada vez más periodistas ingresaban al Centro Cultural. Pasadas la una de la tarde, mi equipo y yo nos sentamos en un lounge, de muebles blancos y mesas bajas,a almorzar frente a nueve pantallas de televisión colgadas entre pendones que dibujaban gigantes, varios “7-O”. Ojos internacionales muy diversos cubrieron un día de la coyuntura histórica de Venezuela, en el medio de la cortina de pantallas brillaba Globovisión, y en sus periferias se transmitían Caracol, CNN en español, Telesur, VTV, Venevisión, NTN 24 y RCN.

Foto: Mariely Márquez/ Noticias24

A las 3 de la tarde, nos encargamos de una nueva rueda de prensa lideraba por Roberto Patiño, esta vez tuvimos la tarea de movilizar a unos cuarenta jóvenes, entre ellos Arturo Senior, David Smolansky y Freddy Guevara. Esta vez contamos con la ayuda de Américo Orsi, comisionado de la vocería de Fuerza Joven. Un mejor desempeño y escenario se desenvolvió en las transmisiones de los medios. Las gradas del teatro estaban más llenas que antes con profesionales de la comunicación.

Durante las siguientes dos horas me mantuve en las oficinas en aquel subsuelo de concreto. Las señales telefónicas eran casi nulas pero teníamos una endeble conexión a internet en las computadoras. Descansé un poco y revisé las redes sociales, en las cuales brincaban de un lado a otro proyecciones de encuestas y resultados de diversos exit polls. Al menos en la red, la mayoría daba como ganador a Henrique Capriles Radonski con un pequeño margen de ventaja.

Elizabeth Pérez, coordinadora de vocería, se comunicó con nuestra jefa, Larissa Patiño, quien se encontraba reunida en el comando de campaña en Bello Monte. Después de tanta insistencia, Larissa nos comunicó: “Vamos arriba con dos puntos, pero aún falta para que se termine la jornada. Vamos a ver”. Había estado todo el día reunida a puerta cerrada, activé mi sospechas.

A diferencia de mis compañeros, abrumados por las cadenas de PIN y las llamadas incesantes de familiares y amigos, agradecí que en aquella tumba apartada mi celular se convirtiera solo en dispositivo que me anunciaba la hora. Asistimos a la rueda de prensa de Armando Briquet, jefe de campaña del Comando Venezuela, y posteriormente vi por televisión las declaraciones de Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, desde el mismo pódium.

Perpetum mobile

Ya a las seis de la tarde tuve que mantener el cuerpo en movimiento constante para evitar que se rindiera al cansancio, temí que los ojos no me respondieran y se cerraran por sí mismos. Más tarde, pasaban por televisión a Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, anunciando el cierre de las mesas, a excepción de las que aún tuvieran electores en cola.

Hice innumerables rondas alrededor del Centro Cultural sin un destino fijo, subía y bajaba escaleras, periodistas, camarógrafos, voluntarios, antenas, cámaras y micrófonos pasaban frente a mí en un baile desastroso. Seguramente desde una visión alta nos veríamos como un montón de hormigas. Pero por ningún lado veía ninguna señal de políticos ni voceros del Comando, en una esquina el diputado a la Asamblea Nacional, Miguel Ángel Rodríguez, y en otra la diputada al Parlamento Latinoamericano, Delsa Solórzano. Mala señal.

Pasadas las siete de la noche nos reunimos en el búnker, Francisco Márquez, nuestro productor de líneas y mensajes discursivos, había recibido un mensaje de la sala de totalización de Roberto Picón, coordinador nacional de análisis y seguimiento del Comando, el cual decía que Hugo Chávez iba ganando las elecciones por cinco puntos a solamente treinta por ciento de votos escrutados.

Parte del equipo

Una ola de pesimismo se apoderó del equipo, y nos reunimos a las puertas del Teatro de Chacao para colaborar con protocolo en cuanto al manejo de los periodistas. Anunciaron una falsa rueda de prensa para mantener bajo control a la inmensa cantidad de medios presentes. Entramos a las instalaciones y tomamos asiento en las impecables butacas carmesí, estábamos rodeados de una infinidad de argentinos, españoles y colombianos en su mayoría.

A los pocos minutos, recibimos un mensaje de nuestra jefa, Larissa Patiño, quien aún se encontraba reunida en el Comando: “Amigos, hemos perdido las elecciones, ha sido un placer trabajar todo este tiempo con ustedes. El esfuerzo y trabajo no quedará en vano. Debemos acompañar al candidato”. Poco reaccioné ante este mensaje; al parecer, ya todo el que perteneciera al Comando Venezuela estaba enterado de los resultados. Tratamos de disimular nuestros sentimientos para seguir apoyando a los periodistas extranjeros, quienes muy animados, nos expresaban su apoyo y afirmaban la segura victoria Capriles.

Foto: Mariely Márquez/ Noticias24

Explosiones y lágrimas

Pasadas las nueve de la noche, Tibisay Lucena, anunció los resultados de las elecciones presidenciales 2012, la silla caliente era disputada por Henrique Capriles Radonski, y el actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez frías. Nos mudamos al loungue una vez más, para presenciar la exposición de los resultados, rostros felices y llenos de esperanza nos rodearon, mientras nosotros fingíamos una seriedad sepulcral.

Foto: Mariely Márquez/ Noticias24

En cuanto se dijo la victoria, por tercera vez, de Chávez, un suspiro unánime de decepción hizo eco en el Centro Cultural de Chacao, los flashes venían de todos lados, era un festín para los reporteros gráficos. En segundos, una enorme flor de colores se erguía en el cielo a pocos metros del teatro. Fuegos artificiales explotaban en las cercanías. El cielo se pintó de estrellas rojas intermitentes.

Bajamos a nuestro sótano por última vez, para reunirnos y recibir instrucciones Nuestra jefa, Larissa, entró por la puerta de vidrio con lágrimas en su rostro. Nos abrazó uno por uno sin mediar palabra. Cuando llegó mi turno no pude evitar contagiarme de tristeza y decepción. Habíamos perdido después de tanto trabajo.

Líder consolidado

El teatro de Chacao parecía todo menos el comando de campaña del candidato perdedor, la cantidad de gente se triplicó en horas. El edificio naranja parecía contener el público en la premier de una obra famosa y multimillonaria. Muchos se sentaron sobre la alfombra y escaleras de los dos pisos que constituían las butacas.

Solo encontramos puestos frente a una barrera impenetrable de cámaras de televisión, era como un gran muro negro inmovible. Me senté frente al escritor Willy McKey, mientras veía entrar, para incorporarse en el grupo de los perdedores no derrotados, al periodista Kico Bautista, el político Carlos Vecchio; la gobernadora encargada del estado Miranda, Adriana D’Elía, los diputados Ismael García, Miguel Pizarro, Ricardo Sánchez y el alcalde metropolitano Antonio Ledezma.

Cómo un alud, los gritos de admiración y aplausos comenzaron a sonar. El público se puso de pie mientras una silueta tricolor subía al escenario, animoso y enérgico. Henrique Capriles Radonski conquistó el espacio, su sola figura se apoderó del lugar y sus palabras llenas de humildad y sinceras esperanzas provocaron más lágrimas en los ojos de muchos de nosotros. El mejor discurso que ha dado en su vida política lo pronunció entre los afortunados asistentes, quienes nos quedamos firmes para reiterar nuestro apoyo. No fue un discurso de derrota, sino de fe y compromiso. Nos recordó que el trabajo hecho no fue en vano, que todavía quedaba mucho por recorrer del camino que comenzamos a construir juntos.

Foto: Gil Montano /Reuters

Muchas veces aplaudimos, gritamos, y lloramos durante esas frases frescas de aliento. Pero nunca tomamos asiento. Fue mucha la admiración ante aquel hombre que había recorrido Venezuela tres veces en tres meses. A lo lejos, se asomaron tímidos los rostros lacrimosos de Teresa Albanes, Leopoldo López, David Uzcátegui y Mónica Radonski de Capriles.

 Pantalla acuosa

Mi cara llorosa no pasó desapercibida, tenía puesta una franela con grandes letras que dibujaban “Comando Venezuela, elecciones presidenciales 2012”. Fui víctima de muchos camarógrafos que sin disimulo tomaron fotografías, fue entrevistada por algunos periodistas de prensa internacional. A mi alrededor aún transitaban medios paisanos de Latinoamérica como las peruanas América Televisión y ATV, la argentina Telefé, la colombiana Noticias Caracol, la ecuatoriana Ecuavisa y la boliviana Megavisión.

Fui abordada por una periodista y un camarógrafo argentinos, quienes tomaron mis declaraciones. Dupliqué con mis humildes palabras el discurso que acababa de dar nuestro candidato delante de tal fiel concurrencia. La mujer rubia y de ojos azules me preguntó qué papel desempañaba yo en el equipo,  con gran orgullo y con una sonrisa le dije: “Soy periodista del Comando Venezuela”, a lo cual me respondió; “Gracias, hablaste muy bien”.